sábado, 10 de marzo de 2012

Sábado 10 de Marso 2012
MAMMA MIA! – “LO DIFICIL ES PASAR DEL TEXTO AL CANTO”
Publicado en TIEMPO ARGENTINOEscrito por Mercedes Méndez


 Entrevista a Marisol Otero y Robert McQueen, de Mamma Mia!
“Lo más difícil es pasar del texto al canto”

El próximo viernes se estrena en el Teatro Ópera la versión local del famoso musical basado en las canciones de ABBA. Hablan la protagonista y el director que vino de los Estados Unidos para preparar todo.
La obra es una fiesta. Así describe la actriz y cantante Marisol Otero, a la nueva producción musical internacional que estrena el próximo viernes en Buenos Aires. Mamma Mia!, la famosa historia de una mujer que se reencuentra con los hombres de su pasado en una isla griega y que incluye todos los hits de ABBA, tendrá su versión teatral, luego del éxito que tuvo en el cine, con la actuación de Meryl Streep. En la charla con Tiempo Argentino, la protagonista y su director, el estadounidense Robert McQueen, prometen un éxito, confiados en una puesta con una estructura narrativa perfecta y las mejores canciones que quiere escuchar la gente. 
Para contar la historia de Donna (interpretada por Otero), una mujer independiente, dueña de un hotel, que el día del casamiento de su hija se encuentra con tres hombres de su pasado y que no ve hace más de 20 años, se necesitó hacer en Buenos Aires un casting en el que se presentaron cerca de 800 personas. Cuando aparecieron los actores ideales, comenzaron los ensayos a cargo de McQueen, quien se acostumbró a vivir con una intérprete que traduce cada una de sus palabras, mientras los actores lo miran desde el escenario. Así, entre extranjeros y artistas argentinos ansiosos por hacer la versión latinoamericana de un éxito de Broadway, se prepara la más reciente gran producción musical. Entre los clásicos hits de ABBA, estarán “Dancing Queen”, “The Winner takes It All”, “Money, Money, Money” y “Take a Chance on Me”, cantadas en español. 

–¿Por qué piensan que este musical es una fiesta?
Marisol Otero: –Creo que esta obra funciona bien porque tiene una estructura narrativa muy buena, y todo el público se puede identificar con alguno de los personajes. ¡Además de la música, que es maravillosa! Ese es el secreto de esta obra. Como historia, está muy bien contada. Es una comedia con partes de drama, donde la gente se emociona y baila. Nosotros mismos vivimos la obra como una fiesta. El otro día tuvimos el primer ensayo con la banda en vivo y parecía que estábamos en un recital, ¡nos pusimos a bailar felices! La música sola te despierta eso. Ni hablar si a eso le sumamos la historia bien contada y con público. Para mí ya es un éxito. Uno lo siente así, aunque todavía no estrenamos.


–Robert, ¿qué tipo de actores encontró en la Argentina?
Robert McQueen: –En la Argentina hay una gran tradición de teatro y eso se siente desde el primer momento que uno llega a este país. No sólo por la cantidad de teatros, porque acá hay más librerías que en cualquier otra ciudad donde yo haya estado. En Nueva York prácticamente no hay librerías; todo se compra por Internet. En la Argentina, la gente disfruta de la cultura. Hay un interés en el lenguaje. Los actores se preocupan por tener un trabajo preciso con el texto, son muy concentrados, disciplinados, hay una idea y la gente entiende cuál es el proceso de trabajo, que se basa en esa tradición de teatro en la ciudad. Me ha pasado en muchos países que quieren enseguida el resultado, y me piden que les diga cómo es todo, para que ellos ya puedan hacerlo. Por suerte, eso no me pasó acá. Acá buscan sumergirse de a poco en el concepto de lo que es la escena; no buscan simplemente hacer un marco, el cuadro y listo. Para mí es una manera mucho más interesante de trabajar, porque cuando me vuelva a casa, los actores van a ser realmente dueños de la producción. Y eso es lo más importante, cuando uno se va y siente que los actores son dueños de la obra. Así, yo sé que el show va a estar bien y va a seguir creciendo de la manera correcta.

–¿Cuál es el mayor desafío de esta obra?
MO: – El mayor desafío fue pasar del texto al canto. Estoy enamorada del director, que es un especialista en esto. En una comedia musical hay que cuidarse mucho desde lo vocal para lograr una escena verdadera y que tu aparato vocal esté entrenado para seguir en todas las funciones. Las cuerdas vocales son un músculo muy chiquitito. Hay que esforzarse mucho para hacer una actuación verdadera y que, al mismo tiempo, no te lastime. Hay que mantener la misma energía todo el tiempo. Yo venía haciendo personajes livianos y este personaje tiene mucha carga emotiva, está en constante crisis. Hay que mostrarla real, como es, tiene que estar power, y para hacer eso no puedo estar pensando en la voz. Quiero estar a la altura vocal y mantener la carga emotiva e interpretativa. Tuve que entender que el actor canta y baila como lo haría el personaje. Siempre se parte desde el personaje. Es eso lo que tendría que ser una comedia musical, siempre hay que empezar abordándolo desde lo actoral.
RMQ: –El teatro musical es una forma de arte muy difícil. Por los requisitos que tiene, yo encuentro que los actores jóvenes de los Estados Unidos no encuentran o no han completado su entrenamiento, que es del mismo nivel de exigencia que el de un actor de teatro clásico. De una manera similar, en la comedia musical lleva mucho tiempo descubrir cómo se usa el texto, el canto, el baile y que todo sea homogéneo. Para un actor que recién empieza, lo que más le recomiendo es que entrene todo lo que pueda. Voz hablada, cantada, que estudie en distintos lugares, que se preocupe por la escena y cómo usar las palabras. Lo que sucede en la mayoría de los musicales es que viene la parte hablada y de repente cantan y sube la emoción y cuando los actores hablan, baja todo. No es que haya que ser brillante en las tres cosas: cantar, bailar y actuar, pero sí hay que poder usar el lenguaje hablado y cantado de la misma manera, con la misma calidad. En este musical, lo más difícil es pasar del texto al canto. Es muy tramposo. Yo les digo que no piensen el texto cantado como la experiencia de cantar. Todo está diciendo una historia, todo forma parte de un mismo relato. No es que uno habla y después se convierte en otra cosa. Uno usa un mismo instrumento y de alguna manera el aparato vocal no cambia yendo de cantado a hablado, simplemente hay diferencias en cómo usarlo, pero hay que encontrar cómo hacer esa transición para que no sea de cuadrado a redondo.
INIMAGINABLE. Mientras que la mayoría del elenco de Mamma Mia! tuvo que atravesar largas jornadas de audiciones, cargadas de incertidumbre, a la protagonista de esta historia la tuvieron que ir a buscar. Y Marisol Otero nunca imaginó que ella podía hacer el papel que Meryl Streep llevó al cine. “Yo no me presenté a la audición porque tenía pautado un viaje para esa época y además no me veía en ese personaje, pensé que tenía que ser alguien más grande. Ahora estoy sorprendida de mí misma. Y no puedo creer cómo no pensé en hacer esta obra. A mí me llamó la producción un viernes a la noche y el sábado a la mañana estaba audicionando sin tener, ni siquiera, el material de la obra”, cuenta la actriz que, por ejemplo, se preparó un montón para estar en La novicia rebelde y, sin embargo, no tuvo suerte en ese caso. Y piensa: “La vida te sorprende gratamente. Son esas cosas que cuando se tienen que dar, se dan. Ahora no puedo parar de festejar.” 

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